Esta iniciativa articula saberes académicos con necesidades concretas del territorio, buscando mitigar el impacto ambiental mediante un cinturón forestal adaptado a las condiciones locales.
Ciencia aplicada al servicio del ambiente
El proyecto nació tras una visita institucional de la decana del CURZAS-UNCo, Adriana Goicochea, al nodo de General Conesa. Allí, junto al intendente, se planteó la necesidad de controlar los vientos que dispersan residuos hacia zonas productivas. Desde la Licenciatura en Gestión de Empresas Agropecuarias se activó el asesoramiento técnico, con relevamiento del terreno y toma de muestras de suelo.
Los análisis fueron realizados por el Laboratorio de Análisis de Calidad Ambiental Regional (LACAR), que estudia suelo y agua para proyectos productivos y de investigación. El equipo técnico —Lucrecia Avilés, Omar Gajardo y el estudiante Sebastián Aguilar— recorrió el predio y recolectó muestras en un área con alta salinidad y presencia de arcilla.
Infraestructura para la sostenibilidad
Para garantizar el riego por goteo en una zona alejada de la red urbana de agua, el municipio perforó un pozo y construyó un reservorio. La calidad del agua también será evaluada por el LACAR, lo que permitirá definir con precisión las especies vegetales más adecuadas para el cinturón forestal.
La propuesta contemplará especies resistentes al viento y adaptadas al suelo local. La primera etapa será abastecida por el Vivero Provincial, y la segunda por plantas producidas en el vivero del CURZAS-UNCo, por estudiantes de la Tecnicatura Universitaria en Espacios Verdes y de la Licenciatura en Gestión de Empresas Agropecuarias.
Universidad pública en acción
Para la decana Adriana Goicochea, este proyecto representa “un ejemplo del impacto que genera la presencia de la universidad pública en el territorio”. Destacó que “cuando los municipios reconocen el valor de la UNCo y se establece un diálogo institucional, se pueden resolver problemáticas concretas y visibilizar el trabajo de los nodos”.
Lucrecia Avilés agregó: “No se trata de plantar árboles al azar, sino de diseñar una forestación basada en datos científicos, que responda a las características reales del terreno y al compromiso asumido con la comunidad”.
Hacia una gestión ambiental con raíces académicas
El trabajo en General Conesa comenzó en julio y se encuentra en etapa de análisis de agua. Con los resultados en mano, la UNCo avanzará en un plan de forestación que combine sostenibilidad ambiental, protección de tierras productivas y fortalecimiento del vínculo entre ciencia y territorio.
Este proyecto reafirma el rol de la universidad pública como generadora de conocimiento y su capacidad de incidir en políticas locales, promoviendo prácticas responsables y colaborativas para el cuidado del ambiente.