El vicerrector de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), Paúl Osovnikar, sostuvo hoy que «no debemos permitir que vuelvan a decir que los científicos vayan a lavar los platos» al tiempo que destacó que «somos una universidad distinta, no pensada para los hijos de las élites, sino para los trabajadores y trabajadoras porque creemos en la universidad como un espacio de promoción social y como un bastión del estado de bienestar”.
Osovnikar habló en el acto de inauguración del Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera (CRELTEC), un espacio de bipertenencia en el que intervienen la UNCo y el Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) ubicado en San Carlos de Bariloche, Río Negro.
“Este tipo de inauguración es muy importante en momentos que para algunos discursos la universidad tiene que retroceder prácticamente un siglo y que el mercado es el que debe guiar quién puede acceder a la universidad; eso es desigualdad», agregó el vicerrector de la UNCo que viajó para esta ceremonia junto a la secretaria de Ciencia y Técnica de la Universidad, Eugenia Rodríguez.
El acto estuvo encabezado por la presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) Ana Franchi y el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) Daniel Filmus. También estuvo presente el director del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC, Conicet-UNCo) Diego Libkind, la directora del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Patagonia Norte María Celeste Ratto y el decano del Centro Regional Universitario Bariloche (UNCo Bariloche), Marcelo Alonso.
“Es un orgullo inaugurar cada vez más espacios para poder continuar con el trabajo de investigación en ciencia y tecnología. Cuando vemos que estos sueños se hacen realidad estamos inspirando a las y los jóvenes para que se animen a una carrera científica», dijo Franchi.
«Tenemos que lograr que la inversión en ciencia y tecnología sea una política de Estado porque es la forma de tener un futuro con mejores condiciones de vida para nuestra sociedad. Como decía Houssay, los países ricos son los que invierten en ciencia y tecnología, los pobres son los que no lo hacen”, sostuvo el ministro Filmus.
Un edificio de más de 1200 metros cubiertos
El CRELTEC fue financiado por el Conicet por un monto actualizado de $1.450.406.996 pesos. Se trata de un espacio multifunción único en la región en el ámbito científico – tecnológico donde confluyen diversas capacidades, como la colección más grande de levaduras autóctonas del país. Además, cuenta con laboratorios de microbiología y biología molecular, y de análisis de alimentos. En una segunda etapa que ya está en construcción, se prevé que contenga un área de procesos biotecnológicos microbianos y una planta piloto experimental de cerveza única a nivel nacional.
El edificio de 1.250 metros cubiertos se propone potenciar las actividades relacionadas con el estudio de la biodiversidad microbiana de nuestros ambientes naturales, la biotecnología y tecnología de los alimentos mediante la incorporación de equipamientos de última generación y recursos humanos especializados. Se espera que sea un espacio de interacción con el sector productivo, con especial énfasis en la industria alimenticia a través de los Servicios Tecnológicos de Alto Nivel, asesoramientos, capacitaciones, asistencia técnicas y transferencia de tecnología; brindando también oportunidades de incubación de empresas de base tecnológica.
CRELTEC, ubicado en terrenos de la UNCo, se proyecta como un edificio de vanguardia por su arquitectura sustentable ya que se ajusta a los estándares de pasividad para edificios de zonas de climas fríos, a criterios ecológicos y de eficiencia energética. En ese sentido, cuenta con una moderna planta de tratamiento de efluentes, reciclado de aguas grises, el uso de placas constructivas de material reciclado, el pre-calentamiento de agua con colector solar, entre otros.
Tiene una capacidad para 40 investigadores/as, becarios/as y técnicos/as del Conicet. También, cuenta con un auditorio para 50 personas para la realización de charlas de divulgación científica, exposiciones, capacitaciones, entre otras.
También se destaca que esta iniciativa se integra a un circuito de turismo científico – educativo más amplio proyectado en el predio, el cual tiene como objetivo acercar la ciencia a la comunidad, visibilizar los desarrollos tecnológicos y despertar vocaciones científicas y así generar una sinergia entre la Ciencia, la Tecnología e Industria Turística.