La actividad está a cargo de la docente Mg Lidia Cardinale durante marzo con encuentros los días:
3/3/23 de 18 a 21 hs. y 4/3/23 de 9 a 12 hs.
10/3/23 de 18 a 21 hs. y 11/3/23 de 9 a 12 hs.
17/3/23 de 18 a 21 hs. y 18/3/23 de 9 a 12 hs.
31/3/23 de 18 a 21 hs. y 1/4/23 de 9 a 12 hs.
La Pedagogía -como campo de saber- tiene un papel central, desde la recuperación de la categoría de intervención, en la formación de los docentes, en tanto propone transformar la educación y la escuela de objetos naturalizados a objetos de reflexión y de problematización. Como sostén, soporte para pensar la realidad, intentando dar lugar así a otros modos posibles de dar sentido y habitar la escena educativa.
En general, la tradición de la docencia en el nivel superior, ha desestimado al saber pedagógico, relegándolo a otros niveles del sistema educativo; se considera que para enseñar se requiere el saber sobre el propio objeto de conocimiento que se complementaría con cierto talento individual. El saber que se enseña sobre la propia disciplina es un aspecto clave que implica una actitud investigativa constante, de interrogación sobre el conocimiento, sobre el objeto respecto del cual radica su expertez. Sin embargo, se requiere de algo más, y es el “saber enseñar”, lo que conlleva una tarea especializada que requiere saberes específicos para poder intervenir en el proceso de aprendizaje del estudiante. Así, la clave disciplinar se complementa con la clave pedagógica.
El saber que nos aporta esta disciplina nos permite pensar y pensarnos, acerca de lo que sucede cotidianamente en las instituciones educativas. Las reflexiones que provoque “nos permitirá conocer un poco mejor el mapa teórico e ideológico de la educación contemporánea (Braislosky,2), atravesado por un debate crecientemente despolitizado y dominado por las didácticas tecnocráticas. Reflexión que se hace hoy más urgente que nunca para pensar a nuestros alumnos como iguales, en el sentido que tienen un lugar en la sociedad más justa que queremos
Enseñar no es comunicar contenidos específicos, ni transferir conocimiento (Freire), sino una práctica social compleja que requiere el intercambio entre disciplinas que otorguen sentido y significado a la propuesta pedagógica, que hoy se encuentra interpelada por el reconocimiento de los cambios culturales que se producen en la sociedad contemporánea, atravesada por las tecnologías de la información y la comunicación.
La propuesta de formación que se ofrece pretende promover procesos de reflexividad que tiendan a recuperar la especificidad de los saberes sobre el acto educativo en la educación superior; saberes que, en la gran mayoría de los casos, permanecen en estado tácito y que, desde el recorrido ofrecido, se puede contribuir a visibilizar.
En este marco surge la necesidad de proponer un trayecto de formación a partir de ofrecer herramientas conceptuales y metodológicas acerca de saberes pedagógicos que permitan resignificar las prácticas de enseñanza en el nivel superior, para favorecer procesos de inclusión educativa y de esta manera, contribuir a la democratización del acceso, permanencia y egreso de los estudiantes en el dicho nivel educativo.
Los profesores – especialmente aquellos que se desempeñan en los primeros años[1]ocupan un lugar destacado en los procesos de afiliación institucional e intelectual de los estudiantes. Transmitir “algo” es un proceso siempre abierto a la reformulación del destinatario e implica atender a las singularidades de este proceso. En la medida en que la transmisión es una relación dialógica, marcar el “yo” desde el cuál se habla y reconocer al otro como sujeto son operaciones centrales (CORNU, 2004).