Una manada de 400 delfines comunes (Delphinus delphis) que permaneció varada en la bahía de San Antonio para refugiarse del acecho de las orcas, logró volver al mar tras el esfuerzo conjunto de personal perteneciente a diferentes instituciones, entre ellas la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y vecinos de Puerto del Este.
En la titánica tarea de sostener a los animales estresados por la persecución y en riesgo por falta de agua durante el varamiento , intervinieron investigadores de la Escuela Superior de Ciencias Marítimas (ESCIMAR) y del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni» (CIMAS), ambos de la UNCo, guardas ambientales de la Secretaria de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, personal de la Municipalidad de San Antonio Oeste, de la Prefectura Naval Argentina y vecinos del Puerto del Este.
Los animales entraron a la bahía el 4 de abril durante la bajamar y el ejército de colaboradores debió intervenir esa misma jornada para evitar que los delfines perdieran su hábitat natural en ese proceso de disminución del caudal del agua que genera bancos de arena y canales.
Magdalena Arias, de ESCIMAR y especialista en interacciones antrópicas en cetáceos (hace diez años estudia la vinculación del turismo con ballenas francas y más recientemente extendió el campo de estudio a los delfines), dijo que «en la región no hay un registro de varamiento de esta magnitud y con este resultado» exitoso, ya que no murió ningún ejemplar.
La primera alama la dieron guardavidas al mediodía cuando vieron a la manada cerca de la costa (era un hecho inusual ya que este tipo de delfines no está en la costa), y a las 13 la situación cambió cuando un grupo de chicos de Puerto del Este alertó el ingreso a la bahía. En la zona funciona una red de voluntarios que avisa cuando ocurren hechos extraordinarios.
Arias, que interviene en varamientos en Río Negro desde la parte científica, explicó que en ese momento ya estaba en proceso la bajamar hasta las 17 y la pleamar volvía a las 23. El trabajo en esas horas fue esencial para mantener viva a la manada. «Nos quedamos hasta las 22 y en ese momento pudimos ver que los animales saleron de la bahía; fue una experiencia increíble», contó.
Mirá el video aquí del rescate de los delfines.